Memoria viva de los “discas”
Fotografías de Cecilia Fernández / Texto de Jenny Ybarnegaray Ortiz
Hace pocos meses se distribuye ya el bono destinado a las personas con discapacidades “graves” y “muy graves”. ¿Cuántas de ellas saben que ese beneficio es el resultado del sacrificio de la memorable caravana que partió de Cochabamba el 21 de marzo y que, tras una agotadora marcha, llegó a La Paz el 25 de abril de 2016? ¿Cuánta gente ha olvidado que no les permitieron traspasar las barreras que el gobierno instaló alrededor de la Plaza Murillo y que ahí cerca, en la calle Indaburo, mantuvieron su campamento por más de tres meses?
Observo las fotografías de Cecilia Fernández y vuelven en mí las emociones que provocaron esas personas tan corajudas, tan decididas, tan convencidas de lo justo de su demanda. Ahí están, mostrándonos sus rostros impertérritos, sus cuerpos lesionados, su pobreza extrema y su dignidad a toda prueba. Vinieron a La Paz convencidas de que su “hermano Evo” les recibiría con los brazos abiertos en el Palacio de Gobierno y sólo recibieron de su parte indiferencia, sordera de alma, humillación. Fueron reprimidas muchas veces por las “fuerzas del orden”, golpeadas, empapadas con chorros de agua lanzada a alta presión desde los carros cisternas, calumniadas, y aun así se mantuvieron firmes en su propósito.
Les he acompañado durante esos meses y les he visto llorar y reír, compartir de la olla común, deliberar y lidiar entre sí. Lo que les negó el gobierno fue compensado de alguna manera con la solidaridad y el cariño de la gente que todos los días se aproximó a su campamento llevándoles víveres y vituallas, abrazos y sonrisas.
Todas y cada una de estas personas merecen nuestro respecto y nuestro reconocimiento porque, aún cuando tuvieron que irse sin obtener lo que esperaban, su firmeza desnudó el rostro más duro del gobierno. En cambio, estas fotografías quedarán por siempre grabadas en nuestra memoria, porque son los auténticos rostros de lo más desventurado del pueblo boliviano, del que no se rinde ni se vende.
- Jenny Ybarnegaray Ortiz es de profesión, psicóloga social; de oficio, escribidora (a impulso de sus emociones); de convicción, feminista y libertaria.