Fotografía de Lesly Ferré
Lanza sus ideas al viento, al campo verde, al altiplano y al oriente. Camina al lado de los sanadores desde hace muchos años, escucha lo que le dice su cuerpo, lo sana y sigue contra viento y silencios en el mundo cinematográfico. Tiene películas, tiene videos, tiene muchos proyectos a la cabeza de su casa productora Transbordador. Presentará este año su documental Llaki para el Festival de cine RADICAL que comienza en noviembre.
Amaya.- Mi hija. Noche lluviosa en japonés y el principio del fin en euskera. En aymara, la difunta. Para nosotros sus padres, hija muy querida. Es la persona viva más importante para mí, maestra de lo que significa amar a alguien incondicionalmente, bailarina, escénica, ojos marrones profundos, caídos, emociones a flor de piel, inteligencia, rebeldía, retos, dudas, cuestionamientos, esperanza, danza, ella es el pichón Aru Amaru Guadalupe de la Santa Rosa.
Bedregal (Guillermo).- Poeta paceño que supo ver más allá de la materia, genialidad fugaz y eterna, un joven con ojos de fuego y nieve, eterno enamorado de Corina, habitante de la ciudad detrás de la ciudad, constructor de puentes entre la nieve permanente y el mar. Guía espiritual, amigo y pupilo de Jaime Saenz. De alguna manera, un guardián y una estrella.
Curarse.- Escuchar al cuerpo, entregarse y sentir, abrazar la herida, no huir, tener el valor de ver, dormir, comer, hacer ejercicio, llorar, tener siempre más de una opinión profesional, ser tu propio médico, apreciar el presente, contemplar, lamerse y dejar que te laman las heridas.
Dormir.- Soñar, babear, ocho horas, siesta, despertar cansado, sábanas sin calcetines; dormir es sanación, posición fetal, de panza, colchones duros, edredón, frazada, empiernar, dormir es mitad de la existencia y no poder dormir una tortura.
Enfermarse.- Es tener paciencia y conocer tus límites. Apreciar el amor de tus verdaderos amigos, es pedir ayuda y dejar que te ayuden. Puede ser muy doloroso y difícil de afrontar; pero enfermarse está lleno de aprendizaje, el cuerpo es sabio y habla a través de las enfermedades.
Francia.- Godard, Truffaut, Carrax, Bresson, Renais, Cocteau y Besson. Mi primera vez en Francia, fue la primera vez de muchas cosas. Los Alpes me recibieron a los 17 años, primera vez en una escuela pública, primera vez esquiando, primera vez probando psicodélicos, primera vez teniendo novia.
Los Pirineos me recibieron 10 años después, volví a la escuela pública, pero del otro lado del aula, la primera vez que fui pesaba 60 kilos, esta vez me fui con 80. El queso, los pasteles y el vino me conquistaron.
Geraldine (Ovando).- Hermana, amiga, colega, productora de mis películas, presente en las buenas y en las malas, poeta, divertida, despistada, churcos al viento, jefa, compinche, fiestera, desde siempre la Gerybu sonríe y todo se ilumina. Su ópera prima Disco de piedra ha sido un referente para mí.
Hojas.- La vida puede ser una hoja en blanco. Las hojas son objetos coleccionables, nada como leer un libro físico con hojas que huelen a imprenta. Todas las hojas son del viento, porque él las mueve hasta la muerte.
Israel.- La tierra prometida llena de injusticias.
Juguete.- Mi oso de peluche Chocolatín de overol rojo de corderoy. Toy Story y frases como: Hay una serpiente en mi bota, Yo soy tu amigo fiel, No hay vaquero sin sombrero. Creo que sin restarles seriedad, las cámaras son juguetes alucinantes.
Kallawaya.- Kallawayas son médicos que intermedian entre el uso de plantas, animales y minerales, con los guardianes o machulas del mundo espiritual. Conocidos como los hombres y mujeres que cargan bolsas mágicas, han sobrevivido a varias ocupaciones y desplazamientos. Son conocidos como curanderos, sanadores o chamanes, pero no sólo es un rol dentro de la comunidad, los kallawayas son familias enteras, todos capaces de usar el poder de la sanación simbólica/ritual.
Lunlaya.- Ayllu o comunidad de la Nación Kallawaya, a 40 minutos a pie de Charazani. La primera vez que fui, me guio un niño en bicicleta con su perrito. El río está muy cerca y fuimos a pescar para la cena. Hay dos plazas, una nueva y otra antigua, la escuela está abandonada, nadie quiere hablar sobre eso. Lunlaya es el hogar de mis amigos Ortiz Ramos y te da la bienvenida con neblina, con cielos estrellados, con rocío matutino, con una alfombra verde y piedras casi fosforescentes.
Llaki.- Significa pena, tristeza o aflicción en quechua; es el título de mi segundo largometraje, es un viaje de ocho años, una manera de sanar a través del cine mi herida/herencia familiar y cultural. Llaki es una huella de aprendizaje, dolor y amistad. Llaki es un recuerdo contenido en imágenes y sonidos, Llaki es luz proyectada sobre una superficie blanca de dos dimensiones, Llaki es la historia de cómo perder la audición me enseñó paradójicamente a escuchar.
Memoria.- Una pregunta constante, a veces el motor de todo, ¿acaso he olvidado quién soy?; la certeza de que las cosas, incluyéndome: venimos de alguna parte, hemos recorrido un camino que ha ido dejando huellas. La memoria es una ficción, un intento de nuestras mentes para contarnos una historia que sostenga lo que hemos construido como identidad. Las imágenes son memoria, los sonidos son memoria, los olores son memoria.
Nina (Miguel).- Mi amigo, colega, socio, hermano, cóndor rosado, arcángel Miguel, enviado de Illapa, fotógrafo y productor de Llaki, mensajero de sueños, renegón, chistoso, director de Húascar, la promesa del cine boliviano, posible ministro de culturas o hasta presidente del estado.
Ortiz (Aurelio).- Líder, guía, padre, amigo, maestro, una sonrisa grande adornada con piezas de oro, elocuente, cosmopolita, viajero, médico, herbolario, sabio, siempre dispuesto a ayudar, inspira calma, sosiego, esperanza, siempre con un chiste bajo la manga, juego de palabras, autoridad, trabajador, si metes la pata te riñe y si haces algo bien te felicita, te desea siempre el bien a menos que considere que lo contrario es necesario, escucha la voluntad de la coca y de los lugares sagrados, eterno aprendiz.
Pena.- Manifestación del alma a causa de falta de dulzura o presencia de una abrumadora desesperanza.
Quechua.- Mi abuela Raquel hablándome en Cochabamba mientras pelaba choclos para hacer humintas.
Radical (Cine).- Ir a la raíz, hablar desde la raíz, desde la memoria y la conciencia. Ser consecuente con tus fijaciones y fantasmas a pesar de todo. El festival de cine Radical y sus diez años formando público crítico, reflexivo y ávido de ver y escuchar cosas nuevas.
Sol (Piedra, Agua).- Mi ópera prima muy querida, que cada vez que la veo o pienso en ella, me recuerda lo joven, prístino, valiente, principiante e inmaduro pero siempre enamorado del cine que fui/soy. La huella de una época de amistad, locura, amor, libertad y mucho gozo ético/estético.
Transbordador.- Nuestra casa productora. La nave que construimos y piloteamos todos los días junto a Miguel Nina, con la que viajamos a mundos de cine y arte.
Útero.- Mi madre, la madre de mi hija, la cueva, el socavón, el inipi, el iglú, resurrección, el calor y el confort, dormir en posición fetal, la regeneración, la protección de las cosas sagradas, la creación, el amor, la caverna más profunda.
Violencia.- Gaza, Senkata, Siglo XX, La Higuera, el virus que permea todas las estructuras de nuestra sociedad, algo doloroso que para muchos es necesario y útil, algo de lo que puedes hacer uso sin sentirte culpable porque el fin justifica todo. El mal de nuestra comunidad. Estructural, física, psicológica, emocional, desapercibida, micro, aparentemente inofensiva, un cáncer que hay que extirpar con educación y amor. La partera de la historia.
Wawa.- Lo más tierno y hermoso de este mundo, la inocencia, la vulnerabilidad, la ternura, el juego, el asombro, cargar a tu wawa en la espalda es equivalente a cargar el mundo.
O(X)ígeno.- La vida misma. Sin él no podríamos hacer nada. Invisible, bendito elemento dador de vida, color, movimiento y esperanza. No es falso que la mayor parte de las personas no sabemos respirar. En La Paz hay menos oxígeno que en otras ciudades y por ende nuestros pulmones se ensanchan. Que se ensanchen también nuestros corazones.
Yungas.- Paraíso verde y vertical. Cementerio de autos y personas. Cascadas, mosquitos, castillos, piscinas, desayunos, atardeceres, murciélagos y cócteles de tumbo.
Zorro.- Ato’j cuidador de rosas y niños. Pícaro astuto hambriento pequeño peligro solitario. El animal favorito de mi hija.
Diego Revollo (La Paz, 1986), cineasta, licenciado por la Universidad Católica de La Paz.